Desde con quién me quiero casar, hasta que ropa usaré hoy, pasando por estudios, trabajo, amigos, hijos, etc. estamos tomando decisiones. Todo el tiempo, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos estamos decidiendo. Decisiones más chiquitas que ni percibimos, hasta decisiones importantes que pueden cambiar el rumbo de nuestra vida.
Eres el producto de tus decisiones
Hay una frase que mi padre nos decía y que marcó toda mi infancia, aún hoy sigue haciendo eco y la repito a mis hijos que es: ≪Vos sos hoy producto de lo que decidiste hace cinco años atrás≫.
Nadie puede decir que llegó hasta donde llegó por inercia o porque un ser extraterrestre lo llevó hasta allí. Estamos donde estamos por las decisiones que fuimos tomando y que nos hicieron llegar hasta cierto punto.
Cuando las personas llegan a nuestras consultas en @cti.psicologia tratamos de evaluar, junto con ellos y de manera estratégica, qué decisiones han tomado para estar como hoy están y frente a cuáles quisieran anticiparse para así modificarlas y lograr llegar a donde desean. Esto nos enseña a ser conscientes de que cada decisión tiene una consecuencia y al tomarla un nuevo camino, una nueva opción, se abre paso.
¿Cómo tomar decisiones de manera correcta?
Es importante saber que, básicamente, hay dos modos de tomar una decisión, un modo reactivo y un modo reflexivo. Según por cual te inclines será la respuesta (consecuencia) que obtengas.
Hay ciertos factores que influyen a la hora de tomar una decisión. Estos pueden ser: nuestra valoración propia, nuestras emociones y nuestro entorno.